18 Apr
18Apr

En el marco de nuestra misión de promover el bienestar emocional y la salud mental de personas en situación de movilidad humana, desde Mental Care Colombia hemos consolidado una valiosa alianza con Fe y Alegría Brasil, específicamente a través de la Casa de Acogida Don Luciano Mendes de Almeida, ubicada en São Paulo. Este espacio, gestionado por Fe y Alegría, brinda acompañamiento y refugio a personas migrantes y refugiadas, especialmente de nacionalidad venezolana, en situación de vulnerabilidad.

Nuestra parcería se basa en una visión compartida del cuidado integral, el respeto a la dignidad humana y la construcción de procesos que fortalezcan la autonomía, la salud emocional y la integración social de las personas migrantes. En conjunto, desarrollamos encuentros psicosociales, talleres vivenciales, espacios de escucha, círculos de palabra, momentos de meditación, actividades lúdicas y acciones comunitarias que buscan restituir el sentido de pertenencia, redignificar la experiencia migratoria y potenciar recursos internos.

A través de esta colaboración, Mental Care Colombia aporta su experiencia en atención psicosocial con enfoque humanista, espiritual y comunitario, mientras que Fe y Alegría Brasil, desde su sólida trayectoria en educación popular y trabajo con población desplazada, facilita el vínculo territorial, el acompañamiento cotidiano y la infraestructura necesaria para llevar a cabo las acciones.

La Casa Don Luciano se convierte así en un punto de encuentro y contención donde el cuidado se vuelve colectivo y el acompañamiento psicosocial se integra al día a día de quienes han vivido duelos, desarraigos, rupturas y desafíos. Juntas, nuestras organizaciones tejen procesos de sanación, escucha, empoderamiento y transformación, con profundo respeto por las trayectorias de vida de cada persona.

Esta alianza no solo fortalece el impacto de nuestras acciones, sino que reafirma nuestro compromiso con el trabajo colaborativo, el intercambio de saberes y la construcción de una sociedad más justa y compasiva. Porque acompañar a quienes migran es también sembrar dignidad, esperanza y comunidad.

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.